Una época en la que rodeado de amigos y familiares me sumergía en un mundo de paseos y conversaciones entre cafés, humo de tabaco y olor a naftalina. Unos días, cuarenta, durante los cuales lo más importante no era el final sino el camino, y no el camino si no tus acompañantes.
Ahora miro atrás y me doy cuenta de que ya no tengo referentes, unos no están y otros no quieren estar.
Cabildo californio previo a una Llamada a finales de los 80.
1 comentario:
Anda! si en esa foto sale mi padre!
Publicar un comentario